La Puente

Monumentos

Torres, Jaén. 23540, Torres Cómo llegar

En 1539 el secretario de Carlos V, el ubetense don Francisco de los Cobos, adquirió las villas de Canena y Torres, enajenadas por la Corona a las Órdenes Militares de Santiago y Calatrava. Con esta doble compra redondeó Cobos su patrimonio; años antes, en 1537 también se hizo con la villa de Sabiote, cabeza de su amplio señorío, completado con la adquisición de Jimena y Recena por su esposa doña María de Mendoza.

Cobos no solo tuvo jurisdicción territorial sobre estas poblaciones, sino que también ejerció sobre todas ellas un fuerte control de sus Concejos y de sus habitantes.

En Torres, al margen de ciertas actuaciones para conservar el castillo medieval, el Concejo proyectó diversas obras a lo largo del siglo XVI, como las casas capitulares, el pósito, la reforma del templo parroquial y un puente, absolutamente necesario para unir el pueblo con el paraje de la Fuenmayor, lugar en el que se situaban los molinos del secretario Cobos, por los que obligatoriamente tenían que pasar los vecinos. En la población el único que tenía privilegio para construir molinos fue Cobos y su esposa doña María de Mendoza. El control de los mismos les aseguraba una renta segura, por tanto era absolutamente necesario mantener en buen estado el puente.

Muerto Cobos, doña María de Mendoza, a través de su mayordomo Bartolomé Ximénez, ordenó al Concejo hacer un puente nuevo, pues el viejo fue destruido por una fuerte tormenta. El encargado de llevar a cabo el proyecto fue Andrés de Vandelvira, arquitecto al servicio de la familia de Cobos. Según María José Sánchez Lozano las obras dieron comienzo en 1561, y al año siguiente el Concejo acordó que todo lo que restaba por levantar del mismo se hiciese con arreglo a la traza de Andrés de Vandelvira: “ (...) vido lo que está començado de hazerse de la obra del puente que se a de hacer en el río de la dicha villa para el paso de los molinos del pan de su señoria (...) mando que todo lo que resta por hacerse de la dicha puente se haga por la traza que tiene dada Andrés de Vandelvira (...). El puente, que se conserva en la actualidad, aunque remozado, es de piedra y tiene un solo ojo de medio punto bastante elevado, ya que el barranco sobre el que se alza es muy profundo en esta zona.

Vandelvira traza un puente sin grandes pretensiones, sin aditamentos decorativos, en el que la seguridad y la permanencia en el tiempo han de primar sobre otros aspectos. Vandelvira será un experimentado constructor de puentes, unas veces sencillos como este de Torres, otras de gran monumentalidad arquitectónica e ingenieril, como los levantados sobre los cauces de los ríos Guadalmena, Guadalimar (Ariza) y Guadalquivir (Mazuecos).