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ETAPA 09: Refugio de Majalserbal - Refugio Casa Forestal de La Zarza

Esta etapa se desarrolla en un área casi totalmente despoblada y permite disfrutar de grandes contrastes paisajísticos. Desde la escarpada cabecera del Aguascebas de Gil Cobo subimos a la impresionante Lancha de la Escalera, desde la cual divisaremos la mayor parte de la Sierra de Las Villas, la Loma de Úbeda, Sierra Mágina, la Sierra de Cazorla e incluso Sierra Nevada. Atravesaremos la Llanura de Jabalcaballo, altiplanicie entre los 1400 y 1500 metros de altitud de escasa arboleda, que constituye uno de los medios más singulares y difíciles en los que el ser humano se asentó para aprovechar los frescos pastizales. Desde el alto de Piedras Rubias descenderemos, caminando por una antigua calzada romana, hasta las boscosas laderas del Valle del Guadalquivir, donde se enclava el refugio de la casa forestal de La Zarza.

Las elevaciones más importantes que jalonan nuestra ruta son el Morrón del Cerezo, Peña Corva, el Pardal y el Caballo de La Zarza, cuyo rango de altitudes está entre los 1477 y los 1587 metros. Los bosques de pinos laricios y negrales se entremezclan con centenarios robledales de quejigo, enebros, sabinas y en algún pequeño tramo con bojedas. La riqueza faunística de la zona que recorre la ruta es notoria, ya que además de buitres y otras rapaces encontraremos ciervos, gamos, cabras monteses y jabalíes.

Información técnica

Nombre de Ruta Rutas Bosques GR247

Rutas Bosques GR247 9: ETAPA 09: Refugio de Majalserbal - Refugio Casa Forestal de La Zarza

HUSO 30S

COORDENADAS Según Proyección UTM Datum European 1950:

Refugio Majalserbal: x509198 y4214007
Refugio casa forestal La Zarza: x507476 y4206240

COORDENADAS Según Proyección UTM Datum ETRS89:

Refugio Majalserbal: x509087 y4213800
Refugio casa forestal La Zarza: x507365 y4206033

DISTANCIA TOTAL (EN KILÓMETROS)12950

Tramo de asfalto o cemento 0 %

Tramo de pista o camino forestal o rambla 62,39 %

Tramo de senda 37,61 %

tramos-de-Vía-pecuaria 0 %

TIEMPO DE MARCHA ESTIMADOO

3 h 42 min

DESNIVEL MÁXIMO276 m

282 m
415 m

DIFICULTAD. VALORACIÓN SEGÚN MÉTODO MIDE

2

MEDIO.

Severidad del medio natural

2

Irinerario

Orientación en el itinerario

2

Desplazamiento

Dificultad en el desplazamiento

3

ESFUERZO.

Cantidad de esfuerzo necesario

DISTANCIA TOTAL (EN KILÓMETROS) 19540 M

Inicio

Desde Mogón (Villacarrillo): salimos por la carretera de Las Villas JH-7155, tomamos la pista a la derecha en el río Aguascebas de Gil Cobo y nos desviamos de nuevo hacia la derecha por la pista indicada como “Carril a Peña Corva”, hasta Majalserbal. Desde Villanueva del Arzobispo: salimos por la carretera A-6202, continuamos por carretera de Las Villas JH-7155, después a nuestra izquierda por una pista en el río Aguascebas de Gil Cobo y nos desviamos hacia la derecha por la pista indicada “Carril a Peña Corva”, hasta Majalserbal

Final

No hay acceso abierto al público al tráfico rodado.

CICLABILIDAD

Cortos tramos con fuertes pendientes en la zona de Piedras Rubias.

PUNTOS DE AGUA

Refugio Majalserbal, abrevadero Fuente del Tejo, inmediaciones del Refugio Casa Forestal La Zarza.

PUNTOS DE AVITUALLAMIENTO

En el sendero: No hay
Cerca del sendero: No hay

TÉRMINOS MUNICIPALES Y POBLACIONES

Villacarrillo Santo Tomé

Rutómetro

Refugio Majalserbal

Entre pinos laricios y bojedas iniciamos la etapa 9 del sendero Bosques del Sur, ascendiendo por una pista forestal ancha y en buen estado, que discurre sobre la gran plancha de roca que forma la Lancha de la Escalera. Un poco más arriba cruzamos la Hoya de las Zamarrillas, y la vegetación que encontramos a partir de ahí es más propia de la alta montaña, donde la arboleda tiende a desaparecer debido a las duras condiciones invernales y la falta de terreno fértil.

Lancha de la Escalera

Desde este gran balcón natural que mira hacia el oeste contemplaremos gran parte de la provincia de Jaén, con pueblos como Iznatoraf, Úbeda y Baeza, entre otros, además de una gran extensión de la zona occidental del parque natural. Encajado abajo entre los pinares, aunque muy cerca de la lancha, se deja ver el pequeño embalse del Aguascebas, perteneciente a la cuenca hidrográfica del Guadalquivir. Nuestro camino, que se conoce con el nombre de camino a la Cañada del Avellano, desciende ligeramente a partir de aquí, dejando a la izquierda el Morrón del Cerezo.

Abrevadero Fuente del Tejo

A la derecha, en una cañada, queda esta fuente a 100 metros de la pista por la que transitamos. Conviene llenar la cantimplora, porque hasta el final de la ruta no encontraremos otro punto con agua. El abrevadero nos indica que es zona ganadera por excelencia, cuyos terrenos, a notable altitud, constituyen cañadas y llanuras de ricos pastos.

A los 600 metros de la fuente, cruzaremos el pequeño Collado del Muerto, y a partir de aquí la pista discurre prácticamente en llano, bordeando la bella llanura de Jabalcaballo, con pocos desniveles hasta el kilómetro 8. A la derecha, en las cañadas, encontramos algunas edificaciones que se corresponden con pequeños cortijos aislados en diferentes estados de conservación.

Bifurcación de pistas

Debemos continuar la pista hacia la izquierda, ya que hacia la derecha baja hacia algunos de estos cortijos, situados junto al Arroyo de la Cañada del Avellano. Siguiendo nuestra ruta dejamos a la derecha el Cortijo de la Berraza, y también hacia la derecha, a unos 700 metros, otra pista de acceso a estas cortijadas que descartaremos.

Bifurcación de pistas

Dejamos a la derecha otra de las pistas que se adentran en la llanura de Jabalcaballo. Debemos seguir por la pista izquierda para encontrar, en algo menos de 300 metros, otra nueva bifurcación, y en este caso sí deberemos girar hacia la derecha. A nuestra izquierda vemos Peña Corva, que es un pico rocoso desprovisto de vegetación cuya altitud es de 1559 metros. Es muy recomendable ascender a esta cumbre por ser un mirador privilegiado sobre la Sierra de Las Villas y el Valle del Guadalquivir.

Fin de Pista en el Pardal

Llegamos a un punto donde acaba la pista, justo frente a la puerta de acceso al Cortijo del Pardal, habitado en la actualidad, lejos de cualquier forma de vida convencional. Nuestro camino, a partir de aquí, sigue manteniendo la dirección suroeste, y pasa junto a unos bosquetes de pinares de laricio, dejando a la derecha el cortijo, y paralelamente a la valla que delimita su propiedad.

Collado

Llegamos a un pequeño collado donde hay cruce de caminos. El que arranca hacia la izquierda, delimitado con piedra a ambos lados, se pierde pronto, al llegar a un terreno que sufrió un incendio, en el monte de la Torre del Vinagre. Nosotros continuamos al frente y en ligera subida. Hacia el oeste podemos contemplar el vértice geodésico de El Pardal a 1580 metros de altitud. Este tramo discurre por un antiguo camino de herradura de anchura considerable y delimitado con piedras a ambos lados, lo que muestra la importancia que esta vía de comunicación tuvo en el pasado.

Alto de Peñas Rubias

A 1500 metros de altitud cruzamos un collado, a partir del cual el paisaje cambia radicalmente. La vegetación arbórea bajo nosotros es mucho más abundante, apareciendo además alguna bojeda, sabinas y enebros. A la izquierda tenemos la pared rocosa que da nombre al lugar, sobre la que se asientan colonias de buitres y córvidos. Continuando la bajada, a pie de la senda, hay un gran pino laricio, con un resiego, hueco quemado en la base del tronco. Su causa es una antigua costumbre de los lugareños, quienes, para entrar en calor cuando todo estaba mojado, hacían una herida superficial al pino, de manera que la resina fluyese poco a poco. Se encendía fuego en el hueco y gracias a la resina que había fluido se podían calentar unos minutos antes de seguir con la marcha. Esto podía ser muy importante cuando la humedad, el agua o la nieve impedían encender una hoguera.

Los Asperones

A los 400 metros de haber cruzado por el alto salimos a unos claros del bosque que se extienden por varias colinas, hacia la derecha, donde quedan restos de viejas construcciones que sirvieron a los antiguos moradores de la zona. A partir de aquí, los bosques que encontramos empiezan a diversificarse. Los centenarios robles (quejigos) compiten con los pinos por el espacio, y el conjunto conforma un bosque mucho más rico en alimento para la fauna, con bellotas, piñones y otros frutos del sotobosque. Aparecen algunos arces que salpican el paisaje. Las vistas hacia el Valle del Guadalquivir son muy amplias, con grandes montañas cubiertas de bosques, entre las que destacan los escarpes y cantiles acuchillados de El Banderillas en el otro flanco.

En el kilómetro 10,5 dejamos a la derecha la Morra de los Pinos Blancos y un poco más adelante la senda, que hasta aquí discurría en ligero descenso, asciende unos metros, realizando un zigzagueo para coger altura. La senda cada vez es más ancha, y se asemeja en algún punto a una pista forestal.

Collado de la Nava del Puesto

Tras la ligera subida, llegamos a un collado, donde existe un cruce de sendas. Hacia la derecha, y delimitada con piedras, una de ellas se asoma a unos cortados desde lo que se divisan varios valles en la vertiente oeste. Al lado del cruce, hacia la derecha, vemos las ruinas de lo que fue un antiguo refugio de vigilancia forestal.

Nuestra ruta continúa hacia la izquierda, ya por pista forestal estrecha, de nuevo en descenso hasta el final de la etapa, cruzando una fértil nava por encima de los 1400 metros de altitud, donde encontramos representantes botánicos más propios de pisos bioclimáticos alpinos, de hoja caduca, y que en ocasiones encontramos en la montaña mediterránea, y que aquí se encuentran bien adaptados por las condiciones microclimáticas de altura, en esta parte de las montañas andaluzas.

En el descenso es frecuente observar fragmentos de ammonites, fósiles de cefalópodos que solían tener un caparazón en espiral enrollado sobre sí mismo, que se extinguieron hace más de 65 millones de años y que indican el origen marino de las rocas que forman estas montañas. La normativa de espacios protegidos prohíbe la recolección de estos fósiles, pero no dejes de fotografiarlos.

Pista a la Torre del Vinagre

Salimos a una pista más ancha, que deberemos tomar hacia la derecha para llegar al final de etapa en 100 metros. Para llegar a la fuente debemos virar por la pista hacia la izquierda otros 150 metros. No se ve desde el camino, pero el lugar es fácil de identificar porque veremos a nuestra derecha un amplio claro, bastante llano y con restos de pequeños aterrazamientos de piedra seca, hechos en su momento para allanar el terreno y facilitar su labranza. Atravesamos el claro hasta un pequeño abarrancamiento y allí mismo encontraremos un tornajo de madera y otro abrevadero de obra en la fuente.

Refugio Casa Forestal La Zarza

Llegamos al final de la etapa, que a su vez es de punto de partida de otras dos: la etapa 2 de la variante GR 247.2 hacia Coto Ríos y la etapa 10 hacia La Iruela. La casa forestal se ubica sobre una colina con unas inmejorables panorámicas de todo el Valle del Guadalquivir y cuenta con unos bancos de piedra junto a los paneles informativos de cada etapa. Parte de su edificación es usada por rebaños de ovejas o cabras como lugar de refugio, y otra parte ha sido habilitada como refugio.

Desde la casa forestal parte un sendero señalizado que no forma parte del sendero Bosques del Sur, pero cuyo recorrido es muy recomendable, tal como se comenta en el final de la descripción de la citada etapa 2 de la variante GR 247.2.

Información Complementaria

El quejigo, el árbol majestuoso y acogedor

A lo largo de esta etapa veremos algunos ejemplares de quejigos centenarios en la zona de Los Asperones. Al árbol comúnmente conocido como quejigo (Quercus faginea) se le llama robre o roble en estas sierras, denominación que a nivel general se suele reservar para el roble albar o carballo, propio del norte de la Península. Como todas las quercíneas, su fruto es una bellota, y por tanto tiene como parientes en el parque a la encina o carrasca, al melojo y a la coscoja. Puede alcanzar los 20 metros de altura, su tronco es derecho y sus hojas parecidas a las de la encina, pero más flexibles y claras, permaneciendo marchitas en las ramas durante algún tiempo antes de que nazca la nueva generación anual. Abundan en él unas bolas marrones del tamaño de una nuez. Son las agallas, ejemplo de colaboración entre una planta y un insecto, que el quejigo produce como reacción ante la puesta de huevos de una pequeña avispa. Las larvas se desarrollan bien protegidas en su interior, del que saldrán practicando u ...

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