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ETAPA 07: Zona de Acampada Controlada Fuente de Los Cerezos - Refugio Casa Forestal La Parra

Esta etapa discurre por la Sierra de Las Villas, solitaria, agreste y escarpada. Veremos grandes formaciones geomorfológicas con los perfiles tan característicos de esta comarca, como la Piedra del Emjambre, la Lancha del Tosero y el Caballo de La Albarda. Se trata de uno de los paisajes geológicos más originales del parque natural conocido como estructura en escamas. Las fuerzas compresoras que forjaron la formación de la Cordillera Bética no desembocaron en el plegamiento y curvatura de los estratos, como en otros lugares de estas sierras, sino que se fracturaron y cabalgaron unos sobre otros, dando lugar a sucesiones de laderas oblicuas y acantilados muy abruptos y verticales.

En algunos parajes, como el del Tosero, disfrutaremos de panorámicas grandiosas tanto hacia La Mancha como hacia las espectaculares elevaciones de Las Lagunillas, en la propia Sierra de Las Villas. Son muy abundantes el buitre leonado y la cabra montés.

La corta ascensión al Caballo Torraso, que se describe en el lugar correspondiente a la derivación 3 del sendero Bosques del Sur, es un complemento absolutamente imprescindible de esta etapa, por ser uno de los puntos con mejores vistas del parque natural. La ruta finaliza en el refugio habilitado en la antigua casa forestal de La Parra, ubicada en un idílico entorno.

Información técnica

Nombre de Ruta Rutas Bosques GR247

Rutas Bosques GR247 7: ETAPA 07: Zona de Acampada Controlada Fuente de Los Cerezos - Refugio Casa Forestal La Parra

HUSO 30S

COORDENADAS Según Proyección UTM Datum European 1950:

ZAC Fuente de los Cerezos: x513403 y4224044
Refugio Casa Forestal La Parra: x509495 y4218432

COORDENADAS Según Proyección UTM Datum ETRS89:

ZAC Fuente de los Cerezos: x513291 y4223837
Refugio Casa Forestal La Parra: x509384 y4218225

DISTANCIA TOTAL (EN KILÓMETROS)14270

Tramo de asfalto o cemento 6,31 %

Tramo de pista o camino forestal o rambla 83,74 %

Tramo de senda 9,95 %

tramos-de-Vía-pecuaria 0%

TIEMPO DE MARCHA ESTIMADOO

4 h 27m

DESNIVEL MÁXIMO586 m

692 m
576 m

DIFICULTAD. VALORACIÓN SEGÚN MÉTODO MIDE

2

MEDIO.

Severidad del medio natural

2

Irinerario

Orientación en el itinerario

2

Desplazamiento

Dificultad en el desplazamiento

3

ESFUERZO.

Cantidad de esfuerzo necesario

DISTANCIA TOTAL (EN KILÓMETROS) 19540 M

Inicio

A la Zona de Acampada Controlada Fuente de Los Cerezos se accede, tanto desde Villanueva del Arzobispo como desde El Tranco, por la carretera A-6202 y después por la carretera de Las Villas JH-7155, pasando en su inicio por el Charco del Aceite.

Final

Al Refugio Casa Forestal La Parra se accede desde Mogón por la carretera de Las Villas JH-7155. Desde Villanueva del Arzobispo se accede por la carretera A-6202, y después por la citada carretera de Las Villas desde el Puente de Los Agustines.

PUNTOS INTERMEDIOS

LUGAR

POSICIÓN

TIPO DE VÍA

Collado del Ojuelo

Km 12,7

Carretera

CICLABILIDAD

Entre Arroyo Martín y El Tosero la pista forestal tiene tramos de pendiente extrema. El último tramo de la Etapa, desde el Collado del Ojuelo hasta el Refugio, el camino está poco definido y el terreno es muy irregular.

PUNTOS DE AGUA

Zona de Acampada Controlada Fuente de los Cerezos, fuente en la pista que desciende a Collado El Ojuelo, Refugio Casa Forestal La Parra

PUNTOS DE AVITUALLAMIENTO

En el sendero: No hay
Cerca del sendero: No hay

TÉRMINOS MUNICIPALES Y POBLACIONES

Villanueva del Arzobispo Iznatoraf

Rutómetro

Zona de Acampada Controlada Fuente de Los Cerezos

La ruta parte de esta Zona de Acampada en la que hay un espacio reservado a quienes van de travesía. La zona cuenta con comedor de madera y hay una fuente con abundante agua a pocos metros. Partimos por la pequeña carretera de Las Villas a la izquierda, rodeados por una abundante vegetación en la que destaca la presencia de robles (quejigos), y caminamos por ella 700 metros. Encontramos a la derecha, a contramano, una pista forestal. La tomamos y vamos ascendiendo en medio de un pinar de pino negral con mucha encina y enebro. Es frecuente encontrarse en esta zona con cabras monteses y jabalíes. Más adelante aparece a nuestra derecha el monte Caballo de La Albarda, de formas rotundas y paredones de color gris y rojizo, y en el que destaca la Piedra del Emjambre, mientras a nuestra izquierda tenemos la alargada Lancha del Tosero. Según subimos aparecen especies del matorral noble mediterráneo, como el madroño y el agracejo (Phillyrea latifolia), además de boj, que tiene en la Sierra de Las Villas su zona de mayor expansión en el parque natural, y que podemos ver en el fondo del barranco que tenemos a la derecha.

Bifurcación

Llegamos a una bifurcación justo antes de que la pista por la que vamos cruce el Arroyo Martín. Nosotros la abandonamos y tomamos la de la izquierda, que tiene fuerte pendiente. La vegetación aquí es ya más pobre, habiendo solo pinos negrales con jara blanca y otros matorrales bajos. El camino tiene tramos empedrados con pendiente muy fuerte. El origen de los mismos es la infraestructura viaria que se construyó para acceder a las zonas afectadas por un terrible incendio que en 2005 devastó algunas zonas muy cercanas a las que recorremos en esta etapa, y que fue causado por una insólita tormenta seca en la que cayeron cientos de rayos sin que lloviera una gota.

El Tosero

En este paraje disfrutamos de grandes vistas hacia las moles rocosas de la Sierra de Las Lagunillas que se divisan al frente. Pasamos junto a las ruinas del Cortijo del Tosero, que dejamos a la derecha, mientras abajo a la izquierda tenemos el barranco del Arroyo María. También hacia la izquierda, al fondo, divisamos las cumbres de la Sierra de Segura que hay al otro lado del gran embalse de El Tranco, que desde aquí no vemos. El pino que vemos por aquí es ya el laricio o salgareño, mejor adaptado a esta altitud.

Poco más adelante se abren hacia el norte unas extraordinarias panorámicas hacia La Mancha, en la provincia de Ciudad Real y, más cerca, los montes de la vertiente derecha del Guadalquivir (que gira bruscamente al oeste a partir de la presa de El Tranco), entre los que destacan Los Mansegosos y la Cañada de Los Caballeros. En el kilómetro 4,4 nuestra pista llega a una agradable zona donde llanea y pronto asciende de nuevo con vistas cada vez más amplias. En el monte se aprecian numerosas albarradas hechas con troncos de los árboles afectados por el incendio antes citado, que se fijan horizontalmente al suelo para contener la erosión y para que funcionen como banco de semillas, de manera que se potencia la regeneración natural de la vegetación.

Cruce con pista

En este punto sale una pista a nuestra izquierda por la que se recomienda desviarse unos 700 metros hasta alcanzar un puntal desde el que se dominan espectaculares panorámicas, viendo hacia el este la cuerda de la Sierra de Las Lagunillas en la que destacan Los Almagreros (1467 m) y La Plomera (1539 m). De vuelta a nuestra ruta, la pista sigue ascendiendo, ahora con más arbolado, concretamente pino laricio.

Derivación a Caballo Torraso

Encontramos a la izquierda el arranque señalizado de la derivación 3 del sendero Bosques del Sur que sube a Caballo Torraso, a casi 1700 metros de altitud. Esta corta ruta, de poco más de un kilómetro, se describe en otro capítulo de esta guía y se recomienda vivamente incluir su recorrido en la jornada para ponerle la guinda a la etapa, pues desde la caseta de vigilancia que se encarama en ese aéreo puntal se goza de excepcionales horizontes en todas las direcciones.

A partir del citado cruce nuestra pista empieza a descender suavemente por bosque pinos laricios de repoblación, amenizado en algunos puntos por robles (quejigos) y bojes.A partir del kilómetro 10,5 se abren de nuevo buenas vistas, divisando enfrente, poco antes de llegar al Collado del Ojuelo, el Cerro de Santa María con su caseta forestal en lo alto.

Collado del Ojuelo

En este punto retornamos a la carretera de la que partimos, girando a la izquierda. Hay una fuente a la derecha y, al lado derecho de la carretera, las Casas del Ojuelo de La Parra. Tan solo 200 metros después abandonamos la carretera, tomando a la derecha una estrecha cañada que sale justo entre la carretera y una pista que descartamos. El camino a seguir es ancho y poco definido, pero está bien balizado, yendo siempre paralelo a la carretera y en algunos puntos muy cerca de la misma. A los pocos metros hay una junquera, que sorteamos por la izquierda. En este último tramo, totalmente distinto del resto de la etapa, hay que resaltar la abundancia de sabina mora, que protagoniza algunos de los paisajes más representativos de la Sierra de Las Villas.

A los 700 metros de haber comenzado a caminar por esta cañada llegamos a una zona llana de antiguos cultivos, viendo una tinada arriba a la izquierda. Por medio pasa un arroyo que cruzamos fijándonos en la baliza que nos marca la ruta al frente. El arroyo pasa a estar a nuestra derecha y embellece el paisaje con su vegetación de ribera, dominada por fresnos, sauces, bojes y junqueras. Unos 150 metros antes de llegar al final de la etapa dejamos a la derecha las ruinas de un cortijo, cerrando el paisaje al frente las elevaciones de la Tejera y la Lancha de la Cigarra.

Refugio Casa Forestal de La Parra

La etapa termina en esta antigua casa forestal, parte de la cual ha sido rehabilitada como refugio y que cuenta con una fuente a pocos metros.

Información Complementaria

Sabinas, la belleza de la tenacidad

Los sobrios sabinares del parque natural raramente aparecen en las guías turísticas como un reclamo paisajístico. Sin embargo, los sabinares son una de sus formaciones vegetales más relevantes y características, sobre todo en la Sierra de Las Villas, como de puede ver en esta etapa. Aunque nada espectacular, el sabinar es una de las formaciones vegetales más atractivas, al menos para quien sepa apreciar la belleza de los troncos retorcidos de la sabina mora (Juniperus phoenicea) agarrándose con inverosímil tenacidad a los suelos más descarnados y sacando partido de las fisuras de las rocas.

Las sabinas protegen el suelo de corrimientos erosivos, sujetan la poca tierra en la que crecen y la enriquecen con materia orgánica, haciendo posible la vida de otros vegetales junto a ellas y alimentando a muchos animales silvestres con sus frutos que, además de ser abundantes, se mantienen largo tiempo disponibles en el árbol. Cumplen por tanto un papel protector y nutricio que ningún otro árbol o arbusto p ...

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