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El Puente de Tierra

23550 Cabra del Santo Cristo, Cabra del Santo Cristo
Cómo llegar

Se encuentra en la vertiente norte de la Rambla del Bizco, en una zona parcialmente llana pero quebrada por innumerables ramblas de orografía muy difícil.

Al aproximarnos al Puente de Tierra, el paisaje se convierte en ruinoso y de aspecto lunar. El entorno inmediato está lleno de cerros y sierras.

Este enclave natural mezcla manchas de arbolado (pinares sobre todo) con áreas blanquecinas sin apenas vegetación. Podemos observar vegetación silvestre y numerosas repoblaciones de distintas edades. Existe una extensa gama de arbustos y gramíneas adaptadas a la escasez de lluvia, como corresponde a su ubicación en una de las zonas más tórridas de la comarca de Sierra Mágina.

En la zona podremos ver a nuestro alrededor y en el propio piso del camino, los efectos que produce la erosión del agua sobre los materiales geológicos que nos rodean. Se trata de una sucesión de socavones que se extienden en profundidad comunicándose entre ellos. Cuando el agua de lluvia circula por la superficie, pronto se filtra por estos agujeros, pero arrastrando muchas partículas en suspensión que, a veces, forman auténticas coladas de barro. Es fácil imaginar que el poder erosivo se incrementa cada vez más, con lo que los socavones se unen unos con otros para formar otros mayores. Cuando afecta a un camino, el riesgo para la circulación es evidente, ya sea en coche, bicicleta o incluso andando. Precisamente en este proceso está el origen de la formación del Puente de Tierra.

El proceso se da sobre materiales blandos como margas, arenas margosas o arenas arcillosas poco compactas. Si encima de ellos hubiera un depósito de materiales algo más compactos y resistentes, es posible que no llegara a erosionarse con tanta facilidad, quedando un paquete de materiales suspendidos en el aire. El objetivo de la presente ruta es el de comprobar in situ las extraordinarias dimensiones de este fenómeno.

Por último recordar que estamos sobre margas del Cretácico, periodo en el que vivieron animales marinos como los amonites, las belemnites, y otros gasterópodos, que podemos encontrar por el suelo fosilizados y piritizados.

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