Para realizar este itinerario se utiliza la mesta, es decir, una vía pecuaria de 75 metros de anchura; tradicionalmente cruzan por aquí rebaños de ovino y vacuno principalmente, para ir desde las zonas altas del Parque hacia Sierra Morena, montañas en las que disfrutan de un clima más suave en invierno.

Desde el Puerto de las Palomas hasta Arroyo frío se descienden casi 400 metros de altitud en menos de 3 kilómetros, lo que nos da idea de lo abrupto del terreno.
El Puerto de las Palomas sufrió un incendio importante en 2001 que devastó más de 800 hectáreas, por lo que las labores de recuperación de la zona y del propio camino han sido notorias. En la actualidad la cubierta vegetal se está recuperando y muchas especies vegetales ya han colonizado el medio.

Se observan restos de la catástrofe que se han dejado en el terreno para frenar la erosión, como troncos cuyo arrastre acentuaría dicha erosión y albarradas perpendiculares a la pendiente hechas con los mismos troncos quemados. Las fuertes pendientes y la abundancia de rocas dificultan la regeneración de la cubierta vegetal, que se favorece mediante el riego por goteo de algunas especies en los meses estivales, por lo que veremos depósitos de PVC y mangueras en algunos lugares.
El trayecto en su mayor parte es un camino de herradura, que salva el importante desnivel mediante continuos giros, lo que no impide que incluso las caballerías que acompañan al ganado en la trashumancia lo recorran. Las vistas del Valle del Guadalquivir, los Poyos de la Mesa, el Banderillas e incluyo el Yelmo, compensan la severidad del medio por el que caminamos, pues domina el verde de los grandes bosques que contemplaremos frente a nosotros.

Finalmente cruzamos el Guadalquivir en su tramo de cabecera, que en el Parque Natural aún es río de montaña con aguas cristalinas, y enseguida llegamos a Arroyo Frío, aldea de La Iruela que constituye el núcleo turístico más desarrollado dentro del Parque, de ahí el interés de esta ruta para enlazar con el Sendero Bosques del Sur.