Las setas

Las setas forman parte importante del recetario tradicional de las comarcas del parque y, cuando el otoño es propicio, no son pocos los serranos que se ganan unos jornales vendiendo las setas que recolectan, cuyos mejores enclaves guardan con celoso secreto.

Como en cualquier otro lugar, es preciso ser muy cautos y no recolectar para su consumo más que aquellas especies que se conocen sin ningún género de duda pues, aunque sean muy pocas, algunas setas del parque son tóxicas. Hay especies que pueden llegar a ser mortales, como Amanita pantherina y Galerita marginata

La lista de setas comestibles del parque es extensísima, así que añadamos sólo algunas tan frecuentes como el matacandil o barbuda (Coprinus comatus), la negrilla o seta de tomillo (Tricholoma terreum) y diversos champiñones de campo (Agaricus campestres, Agaricus arvensis, etc.)

No es raro encontrar corros de brujas, grupos de setas que crecen formando una circunferencia, formados por las llamadas setas de pino (Clitocybe costata y C. Gibba), ambas comestibles.

Algunos boletos que en estas sierras no son considerados comestibles, denominados bojines, realmente sí lo son, como Boletus impulitus, B. lepidus y B. granulatus = Suillus granulatus.

Los hongos –de los que la seta no es más que la parte visible portadora de las esporas- son fundamentales para el funcionamiento del bosque. Su micelio es una maraña subterránea de filamentos blanquecinos que abraza las raicillas de árboles y arbustos, de manera que éstos v ...

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